El personal sanitario está expuesto en su puesto de trabajo a manipular a víctimas sanitarias y, por eso, es esencial que conozca los protocolos y procedimientos a seguir para disminuir los riesgos de transmisión y contagio.
Asimismo, también tiene la obligación de atender y ofrecer los primeros auxilios a una persona que sufra una indisposición en el entorno extrahospitalario hasta la llegada de los equipos sanitarios del 112, por lo que debe de tener presente las medidas de autoprotección que se han establecido para estas situaciones.
El covid-19 es un virus altamente contagioso, siendo los principales mecanismos de transmisión las secreciones respiratorias (partículas suspendidas en el aire) y el contacto con superficies contaminadas.
Por tanto, si debes de enfrentarte a una situación de reanimación cardiopulmonar extrahospitalaria, hay que tener presente las medidas de autoprotección para reducir el riesgo de contagio de los resucitadores y realizar las actuaciones siempre con los EPI de protección (mascarilla y guantes).
La evaluación del estado de conciencia de una persona se efectuará, principalmente, sacudiéndole y gritándole, evitando así el acercar nuestra cara a la boca o nariz de la víctima. La situación de parada cardiaca la debemos de identificar a través de la ausencia de signos de vida y de una respiración normal.
En la maniobra de reanimación debemos de valorar el colocar un paño de tela fino sobre la boca y nariz de la víctima antes de realizar las compresiones torácicas, de manera que se evite la propagación del virus en el aire durante las compresiones.
Al finalizar las maniobras de reanimación se debe activar, con la mayor celeridad posible, el protocolo de limpieza de manos e informar a las Autoridades Sanitarias para proceder con el sistema de vigilancia preventivo.
Resumen de secuencias:
Medidas preventivas al finalizar las maniobras:
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