La semana pasada hablamos de algunas cosas que puedes sentir durante el tiempo en que el Covid-19 visita a la humanidad. Hoy quiero centrarme en las emociones y pensamientos… los ladrillos con los que construyes tu realidad. Parece que el Covid provoca ciertas producciones en tu mente… casi como si se contagiara también a través de las emociones.
Quiero que sepas una cosa… es un secreto… ven que te lo susurro…
La realidad la creas tú cada día desde tu mente, desde tus emociones y pensamientos… Sí… así es… sé que no te lo esperabas… te voy a explicar algunas cosas más, ¿me acompañas?
Regulando mis emociones… aquietando mi mente: Tus emociones son compañeras que te visitan de vez en cuando… un poco como el Covid… que son capaces de revolucionar todo en tu mente y cuerpo. Estas emociones a veces son tan intensas que te dejan sin aliento, otras veces son más débiles y observas su presencia pero sin pelearte con ellas.
Las emociones que puedes sentir en esta etapa que estamos viviendo, son muchas: miedo, ansiedad, tristeza, enfado, frustración, impotencia, angustia… Eres alguien único y las emociones que sientes también son únicas… fíjate lo especial que eres.
Más allá de la emoción concreta que sientas, hay algunas cosas que puedes hacer para regularlas…
Anticipando menos… viviendo en el presente: Tu mente quiere protegerte y eso hace que en ocasiones sea tan sobre protectora que trae hasta ti situaciones que aún no han sucedido pero que podrían ocurrir. Eso es lo que ocurre cuando anticipas… cuando empiezas a pensar en los peores escenarios posibles… “He contraído el virus… se lo he pasado a mi padre… se lo he contagiado a mis amigos, en el trabajo… ¿habré sido yo quien ha comenzado la pandemia mundial?”
Tal vez te parezca un poco exagerado lo que acabo de escribir, pero tu mente funciona así… se enreda en sí misma hasta que no sabe qué hacer y te sientes profundamente angustiado y agotado.
Cuando anticipas, cuando te imaginas las peores situaciones posibles, estás viviendo en el futuro… un tiempo que aún no ha llegado y que no puedes conocer porque no eres vidente (yo tampoco lo soy). Estos pensamientos te crean mucho malestar y por eso te doy algunas pautas para que no te dejes llevar por las anticipaciones:
No creas todo lo que dice tu mente… recuerda que ella está atrapada en el cráneo y toda la información que tiene es la que crea dentro de sí misma o la que recrea con la información que le llegan de tus sentidos.
El contagio es accidental: En caso de tener el Covid-19, tal vez hayas contagiado a otros sin saberlo. Si te has sentido culpable por ello, has de saber que has contagiado sin saberlo, tu intención no era hacer daño a otros ni extender el virus. Avisa a aquellos que has visto y con quienes has quedado antes de saber que estabas contagiado, aíslate el tiempo que te recomienden los médicos y cuando salgas a la calle, lleva mascarilla y lávate las manos de manera habitual. Aunque tengas anticuerpos, debes protegerte para proteger a otros.
Creo que esta pandemia es una oportunidad para ser más generosos, empáticos y compasivos. Y esto lo podemos lograr al llevar puesta la mascarilla… es molesta para todos, en verano da mucho calor y nos parece algo poco natural… pero al llevarla puesta te cuidas tú y cuidas a los demás… y esas emociones son las que nos hacen avanzar como humanidad.
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